La clase, continuando con la tendencia de estos últimos días, fue una clase especial, pues en ella nos centramos en un proyecto que nos tiene ocupados y con el que llevamos en mente ya alguna que otra semana. No es ni más ni menos que el proyecto ODM (Objetivos del Milenio), en el que nuestra misión es presentar un proyecto aplicable para la vida real con el que mejoremos el mundo e intentemos conseguir uno de esos objetivos fijados por la ONU.
En nuestro caso, llevamos un tiempo dando vueltas a una iniciativa que nos conmueve por su importancia, pues creemos que lo que nunca le puede faltar al ser humano, ante todo, es el agua.
El agua que refresca y permite la vida, el agua que higieniza, el agua que permite crecer los cultivos, el agua que queremos hacer llegar a todas las personas que aun no pueden accerder a él, pues lo necesitan con urgencia y merecen de nuestra gran preocupación.
Sin más secretos, pues ya os avanzaremos más detalles según vaya tomando forma el proyecto, os remitimos a las siguientes entradas de esta aventura que pinta ser muy apasionante. ¿No me creéis?, pues estar atentos...
Arturo G.
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