El objeto de esta práctica es, por tanto, criticar de tal manera que en ningún momento se ofenda al interlocutor, que controlemos la situación, no desatemos tensión y generemos el efecto que en la tora persona queremos causar, pues hemos de recordad que estamos criticando un acto que él ha llevado a cabo. Hemos de ser por tanto, correctos, amigables, no ser excesivamente directos, comprensibles y estar en todo momento atento, así se consigue decir a una persona que lo que ha hecho no está bien y cómo ha de mejorarlo sin llegar a una situación tensa, en el que ambas partes estén a la defensiva y en la que la interlocución puede tener un efecto totalmente fallido, a eso aprendemos en esta actividad número 7, ha saber decir eso que tanto puede llegar a molestar de tal manera que la otra parte comprenda que, tras escucharle, solo pretendemos mostrarle nuestra visión para que enriquezca sus ideas y mejore en uno o varios aspectos.
Arturo G.
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